lunes, 10 de noviembre de 2008

UNO

La ciudad en la que vivo es bonita y cómoda, llevo en ella más de la mitad de mi vida.
Capital de provincia cuyos habitantes oriundos son hoy una minoria, la población se ha ido nutriendo del exodo de los pueblos cercanos para trabajar en el sector servicios y en las últimas décadas el censo crece gracias a los emigrantes extranjeros.
Este es un lugar tranquilo en el que nunca pasa nada, y si pasa, es cultural.
Creo que los prejuicios obnubilan el juicio, por eso, descarto entre otros, el tópico atribuido al caracter de la población según su región o país de nacimiento, lo tipico de los chistes de un francés, un inglés y un español.
Claro que, las cosas no son ni blancas, ni negras del todo, es cierto que la actividad productiva de una población, el tamaño de la ciudad, los servicios que ofrece y su responsabilidad administrativa, sí que modelan un perfil de ciudaddano.
En la recta final de las elecciones de EEUU, los comentaristas politicos coincidian en decir que para entender el proceso de las elecciones y el mecanismo de decisión de voto en la mayor Democracia del mundo, es necesario conocer y comprender a la sociedad americana, salvando las distancias, lo mismo sucede en esta ciudad, para vivir en ella hay que conocer sus mecanismos internos.
En los sitios pequeños las cosas se magnifican, lo oimos en los realitys a todas horas, cualquier cosa puede parecer un escandalo mayúsculo y al día siguiente diluirse en el olvido.
A menudo tengo la sensación de vivir en una ciudad orwelliana y sin embargo estoy cómoda en esta "ciudad feliz".
Este va a ser el propósito del blog, desde el más absoluto respeto, comentar sin prejuicios la otra realidad que percibo y no tengo cauces para expresar, el lado politicamente incorrecto de lo cotidiano .
Salud y Libertad

2 comentarios:

Begoña dijo...

No estoy segura de que hayas querido decir "el lado políticamente incorrecto de lo cotidiano".
Yo hablaría "del lado incorrecto de lo político" o si acaso "del lado incorrecto en lo cotidiano".

Esta estupidez es nada más que para centrar las cosas.

Un beso

beite dijo...

He querido decir exactamente "el lado politicamente incorrecto de lo cotidiano", intentando hacer un guiño al omnipresente eufemismo de la expresión "politicamente correcto" Veo que no ha sido muy claro. Gracias, así aprendo. Besitos